La Hernia Discal o de Disco

¿Qué es una hernia discal o hernia de disco?

Para poder entender qué es una hernia discal o hernia de disco, vamos a empezar primero por ver cómo es nuestra columna y qué papel juegan sus estructuras en nuestra constitución y salud.

Estructura de la columna

La columna vertebral está formada por vértebras que protegen la médula espinal que a su vez está formada por los nervios provenientes del cerebro. Además, entre las vértebras salen las raíces nerviosas. Los discos intervertebrales hacen de amortiguadores entre las vértebras y favorecen el movimiento entre ellas.

Un disco espinal o intervertebral está formado por un núcleo (núcleo pulposo) suave y gelatinoso y un anillo exterior más duro y gomoso. Una hernia discal o hernia de disco ocurre cuando parte del núcleo se empuja hacia afuera a través de un desgarro en el anillo. Cuando el núcleo se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce un intenso dolor. Si la herniación es voluminosa y comprime todos los nervios que encuentra, puede producir lo que se llama un síndrome de cola de caballo, lo cual resulta una urgencia quirúrgica.

La hernia discal o hernia de disco ocurre con mayor frecuencia en la región lumbar seguida de la cervical, siendo más infrecuente en la zona dorsal. Según la ubicación, puede provocar dolor, entumecimiento o debilidad en un brazo o una pierna.

Causas de la Hernia discal

La hernia discal o hernia de disco ocurre con mayor frecuencia en los hombres de mediana edad y de edad avanzada, generalmente después de una actividad extenuante. Existen otros factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer esta patología:

El peso. El exceso de peso corporal daña a los discos de la región lumbar.
El trabajo físicamente exigente. Estas personas tienen un mayor riesgo de padecer problemas de espalda. Los movimientos repetitivos que implican levantar, coger o empujar objetos, inclinarse de costado o girar el cuerpo también pueden aumentar el riesgo de sufrir una hernia de disco.
La conducción frecuente. Estar sentado durante largos períodos, sumado a la vibración del motor del vehículo puede ejercer presión sobre la columna vertebral.
Fumar. Se cree que fumar disminuye el suministro de oxígeno a los discos y, por lo tanto, hace que se deterioren más rápidamente.
Ser sedentario. El ejercicio regular puede ayudar a prevenir una hernia de disco.
La genética. Algunas personas heredan la predisposición a tener una hernia de disco.

La causa más frecuente de la hernia discal o hernia de disco, suele ser el desgaste natural relacionado con el envejecimiento que se denomina degeneración discal. Con el envejecimiento, los discos se vuelven menos flexibles y más propensos a desgarrarse o romperse, incluso con una tensión o torsión menor.

La mayoría de las personas no pueden precisar la causa de su hernia de disco. En raras ocasiones, un evento traumático como una caída o un golpe en la espalda es la causa.

Complicaciones

Como ya hemos mencionado anteriormente, una de las complicaciones de la hernia discal o hernia de disco es el síndrome de cola de caballo. Aunque rara vez ocurre, es importante saber cuáles son sus síntomas para poder buscar atención médica lo antes posible si se presenta alguno de ellos.

Empeoramiento de los síntomas.Pueden llegar a dificultar las actividades diarias.
Disfunción de la vejiga o de los intestinos.Puede causar incontinencia o dificultad para orinar, incluso con la vejiga llena.
Anestesia en silla de montar.Es una pérdida progresiva de la sensibilidad que afecta a las áreas que estarían en contacto con una silla de montar: Es decir, la parte interna de los muslos, la parte posterior de las piernas y el área alrededor del recto.

Tratamiento

Inicialmente, el tratamiento de la hernia discal o hernia de disco suele ser conservador para poder intentar no realizar cirugías innecesarias. Los primeros días o semanas, se aconseja mantener un nivel de actividad bajo e indoloro y se desaconseja el reposo en cama. Durante estos días, la inflamación del nervio irá disminuyendo.

El tratamiento farmacológico es muy recomendable en la hernia de disco. Se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o, si el dolor es muy severo, se puede inyectar la medicación en el lugar exacto de la lesión.

Otro de los tratamientos es el fisioterapéutico, siendo este esencial para evitar la cirugía. Este tipo de tratamientos varían según cada paciente pero generalmente se realizan algunas de las siguientes técnicas:

Terapia manual para restaurar el rango normal de movimiento de la columna.
Fortalecimiento de los músculos centrales que sostienen la columna vertebral y la cadera.
Técnicas de movilidad neural.
Estiramientos.
Reeducación postural y asesoramiento / evaluación ergonómica.