TEA o Autismo
Qué es
El Trastorno del Espectro Autista (por sus siglas, TEA) o Autismo es un trastorno del neurodesarrollo que engloba un conjunto de dificultades y alteraciones en el desarrollo infantil. Aunque aún se desconoce la causa única que explique la aparición de este trastorno, se ha descubierto que tienen una gran influencia la genética y los factores ambientales.
Los niños con autismo muestran dificultades en los siguientes ámbitos:
- Comunicación y lenguaje
- Social
- Comportamiento e intereses
- Integración sensorial
¿Por qué hablamos de Espectro Autista?
Concretamente, en el caso de este trastorno se utiliza el término “espectro” debido a la gran variabilidad que existe, es decir, no hay dos personas con autismo iguales sino que el grado de necesidad de apoyo varía mucho de un niño a otro.
Prevalencia del Autismo en el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2019, estimaba que 1 de cada 160 niños del mundo eran diagnosticados con autismo. Esto evidencia el aumento notable que se ha observado en los últimos años para este diagnóstico.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/autism-spectrum-disorders
¿Cómo identificar los signos de alerta del autismo?
Aunque, como se ha dicho anteriormente, en el caso del Trastorno de Espectro Autista existe una gran variabilidad, algunos de los posibles signos de alerta para un diagnóstico de autismo son:
- Evita el contacto visual.
- No contesta cuando se les llama por su propio nombre.
- No muestra atención compartida o conjunta (por ejemplo, el niño no muestra objetos de su interés al resto de personas).
- Prefiere estar o jugar solos.
- Presenta intereses restrictivos y repetitivos.
- No presenta juego simbólico.
- Retraso en el habla y el lenguaje.
- Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalias).
- Muestra dificultad para entender sus emociones y las de los demás.
- Muestra irritación hacia los pequeños cambios.
- Reacciona de forma desmesurada a la información recibida a través de los sentidos.
- Realiza movimientos inusuales y repetitivos de aleteos con las manos, balanceo o giros.
Tratamiento
En el autismo es muy importante la detección precoz y la intervención desde Atención Temprana para mejorar la calidad de vida del niño. Por ello, lo más recomendable es la intervención de un equipo multidisciplinar formado por profesionales de psicología, logopedia, terapia ocupacional y fisioterapia.
Intervención psicológica
Primeramente, será necesario realizar una evaluación exhaustiva donde nos interesemos por el historial, el desarrollo y los intereses del niño; con el fin de partir de sus propias fortalezas y mejorar sus dificultades.
En concreto, desde el ámbito de la psicología se trabajará en cuatro áreas fundamentalmente:
- Área cognitiva: El objetivo que se pretende conseguir es mejorar las habilidades cognitivas y las funciones ejecutivas del niño.
- Área comportamental: El motivo principal es mejorar el comportamiento general del niño, disminuyendo así las posibles frustraciones o conductas desadaptativas que pueda mostrar, con el fin de mejorar su aprendizaje y conseguir una estabilidad emocional. Además, es posible que tenga problemas del sueño y/o alimentación para los que se le orientará.
- Área emocional: La finalidad es ayudar al niño a controlar la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo que pueda presentar. También, aprender a entender y expresar sus propias emociones y las de los demás. Por último, sería de gran ayuda proporcionarles alternativas para superar las dificultades o situaciones nuevas.
- Área social: El propósito de este ámbito es dotar al niño de habilidades sociales para mejorar la interacción y la relación con otras personas.
Las sesiones suelen ser individualizadas y estructuradas, de forma periódica y con la participación de la familia. Esta participación directa por parte de la familia resulta de gran importancia ya que la finalidad es que el niño traslade lo aprendido a cualquier contexto.
Escrito por:
Aída Albertos Vázquez
Psicóloga Colegiada N.º AN-10614
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