TEL (Trastorno específico del lenguaje): qué es, causas y tipos de TEL, como podemos diferenciarlo, y recomendaciones.
El TEL (Trastorno específico del lenguaje) es una patología que engloba un conjunto de dificultades en la adquisición del lenguaje expresivo y comprensivo. Todo ello, sin que existan déficit neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores o socio-familiares. Los niños y niñas con TEL tienen un nivel de lenguaje inferior según su edad cronológica. Pero mantienen un desarrollo normal en el resto de funciones.
Las dificultades se manifiestan en todas las modalidades del lenguaje, tanto oral como escrito. Existiendo un vocabulario reducido, dificultades en la organización del discurso y un uso deficiente de las estructuras gramaticales.
Causas
Actualmente se desconocen las causas de este trastorno, aunque se sugiere un vínculo genético, según investigaciones recientes. La mayoría de los niños con TEL, tienen al menos un miembro de la familia con el mismo trastorno. Aunque no se descartan algunos condicionantes externos que pudieran favorecer su desarrollo.
Por otro lado, en niños con TEL se ha encontrado una pérdida de la asimetría normal del lóbulo temporal izquierdo. Además de una disminución de dicho lóbulo en los niños con TEL.
Tipos de TEL
- TEL expresivo: limitaciones en la producción del lenguaje sin que existan dificultades en la comprensión. La producción del lenguaje es fluida pero la articulación es distorsionada.
- TEL mixto: existen dificultades tanto en la comprensión como en la expresión del lenguaje.
- TEL léxico-sintáctico: existen dificultades léxicas, morfológicas y de evocación de palabras. La articulación del lenguaje es adecuada, así como la fluidez, aunque podría existir “seudo-tartamudeo” ocasional. Existe además una deficiente comprensión de enunciados complejos.
- TEL semántico-pragmático: existen severas dificultades de comprensión de enunciados complejos y del discurso. Además, también existen dificultades en el desarrollo semántico (tiempos verbales, pronombres…), así como dificultades en la recuperación léxica. El habla es fluida, y la articulación normal. Se caracteriza, especialmente, por dificultades a nivel pragmático en relación a la función conversacional (ecolalias, circunloquios, estereotipias verbales…).
La mayoría de veces no existe un tipo de TEL como tal. Si existe la mejor manera en que podemos ayudarle es atendiendo a las necesidades específicas de cada niño/a. Es conveniente asistir a un centro donde dispongan de distintos profesionales que pueden ayudar a su hijo/a con este trastorno, como son psicólogos y logopedas.
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a tiene TEL?
Es muy común confundir el TEL con otro trastorno del lenguaje, debido a su similitud en los síntomas. Esta confusión puede ocurrir con el retraso simple del lenguaje (RL) o con el Autismo (TEA).
El retraso del lenguaje es un enlentecimiento de la aparición del mismo, que afecta principalmente a la expresión. En comparación con los niños con TEL, los niños con RL evolucionan favorablemente. Estos igualan su competencia lingüística a la de su edad cronológica. En cambio, los niños con TEL muestran un desfase con los niños de su misma edad cronológica.
El TEL es mayormente confundido con el TEA debido a rasgos que los hacen parecerse. El niño con TEL, al no poder relacionarse con el entorno mediante el lenguaje, tiende a asilarse. Debido a ello, se comporta de forma similar a los niños con TEA. A pesar de ello, existen diferencias lingüísticas entre ambos trastornos:
Los niños con TEL tienen buena intención comunicativa. La alteración se presenta por la lentitud, distorsión, omisión, articulación o mal uso de las palabras o frases. Por ello el discurso de los niños es pobre y/o poco fluido. Se alteran los componentes fonológicos, morfosintácticos, semánticos, léxicos y pragmáticos.
En el caso de los niños TEA, las alteraciones del lenguaje son uno de los síntomas más significativos. Estas dificultades van desde la ausencia de comunicación hasta alteraciones en la prosodia. El habla puede tener una cualidad monótona o plana. Aparecen ecolalias y verborreas. Las frases pueden ser telegráficas y distorsionadas confundiendo palabras con sonidos similares.
Por último, destacar que los niños con TEL se expresan mediante el gesto y manteniendo contacto ocular. Además, intentan desarrollar formas alternativas para hacerse entender y explicarse de forma evidente. Los TEA, sin embargo, utilizan otros métodos que a simple vista parecen no tener intencionalidad comunicativa.
Es conveniente realizar una evaluación mediante diferentes pruebas baremadas, con el fin de otorgar un diagnóstico y un tratamiento totalmente personalizado.
Recomendaciones
Si se han detectado alguna de las anteriores características en su hijo/a, no dude en contactar con un profesional. Para que, ayude a su hijo/a a reforzar y adquirir aquellas capacidades lingüísticas que se encuentren alteradas. Y brindarle de unas capacidades comunicativas óptimas para su vida diaria.
Aunque, como se ha mencionado anteriormente, existen diferentes tipos de TEL, se pueden tener en cuenta algunas orientaciones. Con el objetivo de mejorar la comunicación con niños que presentan este trastorno:
- Hablar más despacio y hacerlo mientras el niño/a nos mira a la cara.
- Fomentar el contacto ocular.
- Pronunciar las palabras correctamente, sin exagerar ni gritar.
- Dejen que le niño/a se exprese libremente y no respondan por él. Hay que atender y escuchar antes de hablar.
- Utilicen gestos naturales para facilitar la comprensión del lenguaje oral.
- Adecuar la dificultad de los mensajes al nivel de niño. Utilice frases simples; evitando los enunciados desordenados.
- Adopte una actitud positiva frente al niño, reforzando positivamente sus progresos.
- Hay que evitar correcciones negativas como “esto no es así”. En su lugar puede decir: ¡ah si el coche!
- Estimular el lenguaje del niño/a en diferentes contextos y lugares, favoreciendo así el desarrollo del vocabulario del niño/a.
Escrito por:
Alba Jiménez Zumaquero
Logopeda Colegiada Nº 29/1773
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